Fachada principal del restaurante Villa Devoto, en Buenos
Aires.
BUENOS AIRES, Argentina, Tomado de Clarin.com,
Servicios Especiales de TurismoRD).- Villa Devoto es uno de esos
pocos barrios de la Ciudad que conservan casonas históricas de exquisita
arquitectura que impresionan y maravillan a vecinos y transeúntes. La buena
noticia es que hoy se puede ingresar y comer en una de ellas, un palacete del
siglo XIX convertido en un nuevo restaurante.
Se trata de una casona construida por un famoso
arquitecto italiano que por más de 30 años funcionó como salón de fiestas y que
desde principios de junio de este año se reconvirtió en un restaurante.
Ubicado a una cuadra de la plaza Arenales, en la esquina
de Gualeguaychú y Pareja se impone esta casa, famosa en el barrio, que ahora no
sólo seduce con su belleza exterior, también lo hace con la carta del
restaurante de platos a base de materias primas de primera calidad.
La historia de la casona donde funciona La Villa, el
nuevo restaurante de Devoto
Así era antaño la casona donde hoy funciona el
restaurante La Villa. Así era antaño la casona donde hoy funciona el
restaurante La Villa.
La casona Avenatti -como se la conocía anteriormente- fue
diseñada y construida por el arquitecto Bruno Avenatti quien además fue el
propietario y que levantó otros lugares emblemáticos en el barrio como el
Círculo Italiano de tiro al blanco. De estilo academicista italiano esta casa
combina el lujo de los detalles arquitectónicos de fines del siglo XIX en un
edificio de dos plantas, con un jardín de estilo francés.
Sorprende que no se encuentre abundante registro de
semejante casona que funciona como emblema del barrio. Sí se sabe que hasta
1904 fue la residencia de Guillermo Huxtable, director del ferrocarril en
tiempos en que éste pertenecía a capitales británicos.
También fue habitada por la familia Grubber, cuya hija
Susana de 17 años falleció sorpresivamente en febrero de 1943, un hecho que
conmovió al vecindario. Según Norberto Malaguti, presidente de la junta
histórica de Villa Devoto, entonces surgió el mito que dice que el fantasma de
la adolescente aún recorre las instalaciones de la casona.
Aquel edificio cuenta con ascensor (diminuto y coqueto
artefacto aún en funcionamiento) incluso desde los tiempos en que la zona no
disponía de energía eléctrica. En 1986, la familia Fernández compró la
propiedad y realizó algunas reformas -respetando su valor patrimonial- para
convertirla en un salón de fiestas.
En manos de esta familia, que bautizó su salón como Casa de la Villa, este palacete se transformó en la locación anhelada por los vecinos para celebrar sus festejos importantes como fiestas de 15 años y casamientos.
“La cuarentena cambió los hábitos de la gente. La mayoría
de las quinceañeras elige viajar en lugar de hacer una fiesta y la gente ya no
se casa tanto”, explica Gonzalo Fernández (45), al frente del lugar.
La barra de La Villa, el nuevo restaurante de Villa
Devoto. Foto: Martín Bonetto. La barra de La Villa, el nuevo restaurante de
Villa Devoto. Foto: Martín Bonetto.
Este cambio impulsó un proyecto que ellos ya tenían en
mente y que era transformar la casa en un restaurante. Luego de algunas
reformas, el 8 de junio de este año, el salón de fiestas con capacidad para 140
personas pasó a ser un coqueto restaurante llamado La Villa y preparado para
recibir a 55 comensales en su interior y que cuando llegue el clima acorde
también invitará a disfrutar de su carta en su jardín.
Qué se puede comer y beber en La Villa y cuánto vale
Para armar la carta y estar a cargo de la cocina Gonzalo
confió en la familia y convocó a su cuñado, el cocinero Mauro Andreu (45),
quien contaba con experiencia por trabajar en Europa y en reconocidos
establecimientos como Sofitel de Cardales.
“Nuestra carta es simple y corta pero pondera los
productos estacionales y de calidad”, describe Mauro. El cocinero priorizó los
platos que gustan hoy en día pero a los que se le aplican “técnicas que los
sofistican”, explica.
Los tragos de La Villa, el nuevo restaurante de Villa
Devoto. Foto: Martín Bonetto. Los tragos de La Villa, el nuevo restaurante de
Villa Devoto. Foto: Martín Bonetto.
A la carta fija se suman sugerencias del chef donde los
productos de estación son protagonistas: “Además de la estacionalidad, pensamos
esta estrategia para que el cliente habitual tenga otras opciones fuera de la
carta convencional”, explica el chef.
Para las entradas la variedad está pensada para pedir
como entrantes o para el picoteo con algún trago o vermú: “Tenemos una coctelería
de muy buena calidad también con una variedad, amplia, de botellas importadas”,
señala. La carta fue diseñada por el reconocido bartender Fede Cuco.
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